La leche, considerada un alimento esencial y un símbolo de salud hasta hace unos veinte años, ha perdido después parte de su buena prensa.
Se ha criticado desde su alto contenido en grasas saturadas hasta que es un alimento diseñado para la alimentación de los recién nacidos.
Se ha dicho que tomarla en edad adulta no es lo más natural, además de resultar, en no pocas personas, indigesta, debido a que los adultos no digieren bien la lactosa (un componente esencial de la leche), con la misma facilidad que lo hacen los bebés.
Estos estudios provocaron que el consumo en España se haya reducido un 26% en apenas veinte años, en el período comprendido entre 1.990 y 2.009. Pero en los últimos años en que los estudios realizados sobre los efectos de la leche en la salud han sido más exhaustivos, ha emergido una visión mucho más matizada sobre sus defectos y sus virtudes.
Virtudes:
La más importante es el calcio (principal componente mineral de huesos y dientes), por lo que es la mejor fuente de calcio para el organismo, y además viene acompañado de la vitamina D, lactosa y aminoácidos que facilitan su absorción, favoreciendo que el calcio pase a la sangre y que el organismo pueda utilizarlo.
Este calcio resulta ser uno uno de los requisitos básicos para construir los huesos en edades de crecimiento, asimismo como para regenerarlos en edades posteriores, para tratar de disminuir el riesgo de roturas con facilidad (aunque se debe ayudar practicando actividad física).
Otra de las grandes virtudes de los lácteos son las proteínas. Como ejemplo diremos que un vaso de 200 ml contiene 6,5 g de proteínas que representan el 10% de la cantidad diaria recomendada para una persona adulta. Aportan los aminoácidos esenciales (son aquellos que el cuerpo humano no es capaz de sintetizar y por lo tanto deben ingerirse con los alimentos), en proporciones adecuadas.
De hecho, la leche es uno de los pocos alimentos que la Naturaleza ha diseñado precisamente para ser un alimento por sí solo. Ha sido diseñada de manera que cubra todas las necesidades nutricionales de un mamífero en los primeros meses de su vida. Además de calcio y proteínas, también tiene otros nutrientes vitales como la vitamina A o minerales como el fósforo o el potasio.
Contras o defectos:
La leche de vaca, se dice, que es rica en grasas saturadas; cierto. Esto ocurre porque las bacterias del aparato digestivo de los rumiantes convierten las grasas insaturadas de los vegetales en saturadas, que después pasan a la leche.
Otro de sus defectos es el contenido en lactosa, que resulta indigesta para un buen número de personas; también es cierto.
La lactosa es el azúcar de la leche y para digerirlo es necesaria una enzima llamada lactasa (que las crías de todos los mamíferos tienen durante el período que dura la lactancia y que van perdiendo cuando crecen.
La falta o escasez de lactasa puede provocar que el consumo de leche produzca sensación de pesadez, flatulencia incluso diarreas características de la intolerancia a la lactosa. Esto hace que muchas personas tengan que prescindir del consumo de leche y sustituir la fuente de calcio por yogures, quesos, o postres lácteos que al estar cocinados pierden parte de la lactosa lo que hace que la cantidad de lactasa que aún contienen no resulte tan indigesta.
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